La educación inclusiva es un enfoque pedagógico que garantiza que todos los estudiantes, sin importar su origen, habilidades o características, tengan acceso a una educación de calidad y participen plenamente en el proceso de aprendizaje. Este modelo se centra en eliminar las barreras que impiden la participación y el aprendizaje, y en adaptar el sistema educativo para que se ajuste a la diversidad de todos los estudiantes, fomentando un entorno de respeto y valoración de la diversidad.
Principios fundamentales
Presencia, participación y logros:
Asegura que todos los estudiantes estén presentes en el aula, que participen activamente y que obtengan logros equitativos.
Respeto a la diversidad:
Reconoce y valora las características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje únicas de cada individuo.
Eliminación de barreras:
Se enfoca en remover los obstáculos físicos, sensoriales, cognitivos y culturales que limitan la participación y el aprendizaje.
Adaptación del sistema:
La escuela y los contenidos educativos se adaptan a las necesidades de los alumnos, y no al revés.